Educación

Entrevista que Revela Cómo Uruguay lo Logró y le dijo Adiós a los Apagones

El zumbido del aire acondicionado o del abanico que se apaga de golpe. La oscuridad repentina en medio de la noche. La frustración de un trabajo perdido, de comida dañada, de una vida en pausa. Los apagones no son solo una falla técnica; son un ladrón de paz, de productividad y de dignidad.

En Puerto Rico, hemos normalizado esta crisis. Nos resignamos a la inestabilidad, mientras debatimos soluciones que parecen ancladas en un pasado que ya no funciona. Pero, ¿y si te dijera que un país, no muy diferente al nuestro —pequeño, sin recursos fósiles y vulnerable— no solo resolvió sus apagones, sino que lo hizo hace una década y transformó su futuro para siempre?

Ese país es Uruguay. Y gracias al extraordinario trabajo de la periodista Bianca Graulau, hoy podemos sentarnos en la sala de la casa de Ramón Méndez Galain, el arquitecto de esa transformación, y escuchar de su propia voz cómo se logra lo imposible.

La «Tormenta Perfecta» que Despertó a un Gigante Cívico

«Estábamos en una tormenta perfecta», confiesa Méndez en la entrevista. Su descripción suena dolorosamente familiar: una dependencia total de combustibles importados, una economía asfixiada por costos volátiles y el riesgo inminente de apagones y desabastecimiento. Uruguay estaba de rodillas.

En ese caos, Méndez, un físico universitario que estudiaba el origen del universo, sintió una llamada. «Sentí mi obligación como científico, como uruguayo, de contribuir», relata. Dejó la comodidad de la academia y redactó un plan tan «disruptivo» y «loco» que sus futuros colegas políticos confesaron haber dudado de él en secreto.

Pero el plan no era una fantasía. Era una hoja de ruta basada en una lógica aplastante: ¿por qué seguir quemando dinero en lo que no tienes, en lugar de aprovechar lo que sí tienes? Para Uruguay, eso significaba viento, sol y agua.

El Plan que Desafió a los Lobbies: Datos, Realidad y un Acuerdo Nacional

Méndez no solo propuso instalar molinos. Propuso hackear todo el sistema. Y lo hizo con tres movimientos magistrales que cualquier líder empresarial o cívico debería estudiar:

  1. Una Narrativa que Une, no que Divide: El primer paso fue construir un acuerdo respaldado por todos los partidos políticos. ¿Cómo? «Pusimos en evidencia cuáles eran los beneficios para nuestros propios ciudadanos», explica Méndez. No se trataba de izquierda o derecha, sino de soberanía, estabilidad y costos más bajos. Esto blindó la política energética de los vaivenes políticos, creando la confianza necesaria para atraer talento e inversión.
  2. Planificación Inteligente vs. Improvisación: El secreto no era simplemente generar energía, sino complementarla. Usando potentes modelos de simulación, diseñaron un sistema donde la intermitencia del viento se equilibra con la fuerza del agua y la constancia de la biomasa. «No es un parque individual que garantiza la energía, sino que es el conjunto», aclara Méndez. El resultado es un sistema con casi 100% de renovables sin una sola batería de gran escala, desmontando uno de los mitos favoritos de quienes se oponen a la transición.
  3. El Sector Privado al Servicio de la Gente: En lugar de privatizar, Uruguay creó una asociación. El Estado planificaba y la empresa pública le decía al sector privado: «Necesitamos esta cantidad de energía, aquí y así. Compitan para darnos el mejor precio, y les garantizamos la compra por 20 años». El resultado fue una avalancha de más de 6.000 millones de dólares en inversiones y una competencia que desplomó los costos.

Las palabras de Ramón Méndez están cargadas de la sabiduría de quien lideró la batalla. Pero para entender realmente la magnitud de su logro y la esperanza que representa, tienes que verlo. Bianca Graulau nos regala esa oportunidad única. Haz una pausa, dale play y siéntate junto a ellos en esta conversación que puede cambiarlo todo.

El Mito Más Peligroso: «El Gas es la Transición»

Cuando Bianca le pregunta a Méndez sobre la propuesta de invertir más en gas natural en Puerto Rico —un argumento que escuchamos a diario—, su respuesta es demoledora y directa:

«Ese es justamente uno de los argumentos más importantes de los lobbies de las energías fósiles. Ese invento de que el gas natural es un combustible de transición. ¿De transición de qué hacia qué? (…) Ya hoy tenemos como más barato las energías renovables. Entonces, ¿qué necesidad de pasar por un combustible que es más caro?».

Sus palabras son un llamado de atención. Seguir invirtiendo en fósiles no es una transición; es un desvío costoso que nos aleja de la solución real, una solución que, como demuestra Uruguay, ya existe y es más barata.

Agradecidos con Bianca Graulau

En un mundo saturado de ruido, el periodismo de Bianca Graulau es una luz. Viajar a Uruguay, sentarse a escuchar y traer esta historia de vuelta a Puerto Rico no es solo un reportaje; es un acto de servicio público. 

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